¿El descanso depende del diseño de la habitación?

Ahora, ¿cómo podemos asegurarnos de que estamos descansando lo suficiente? Además de seguir una rutina de sueño saludable, resulta primordial crear un entorno de descanso adecuado. He aquí donde entra en juego el diseño de la habitación.

Un dormitorio funcional, acogedor y bien iluminado puede ayudarnos a relajarnos ya conciliar el sueño más fácilmente. La pregunta es: ¿Cómo lograrlo? En Nawhis exploraremos los factores que contribuyen a conseguir que el diseño de la habitación fomente el sueño reparador y el bienestar emocional.

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Cómo el diseño de la habitación puede propiciar un buen descanso

Creemos que el dormitorio es una habitación muy personal, un lugar en el que la mente y el cuerpo pueden descansar. Un mal diseño de la habitación, sin embargo, es capaz de nublar el sueño, privando al cuerpo de la necesaria reparación y restauración que necesita para funcionar correctamente.

Podemos decir, incluso, que un dormitorio mal diseñado termina convirtiéndose en un lugar desapacible, en el que los el descanso se convierte en una quimera.

Veamos a continuación cómo el diseño de la habitación puede fomentar la conciliación del sueño:

Iluminación, el enemigo invisible

La luz es un factor fundamental para el descanso. Una habitación oscura y estrecha, por ejemplo, posiblemente cree una sensación de claustrofobia, lo que dificulta el sueño. Mientras que un dormitorio demasiado iluminado puede despertarte, interrumpiendo el ciclo del sueño

Una habitación con buena entrada de luz natural ayuda a regular nuestro reloj biológico y a prepararnos para el descanso. De modo que resulta importante quela estancia tenga una buena entrada de luz natural.

Si no es posible, podemos recurrir a la iluminación artificial. En este caso, es importante elegir una iluminación suave y cálida, que no sea demasiado intensa.

Temperatura, un factor clave

La temperatura también es un factor esencial para el descanso. Una habitación demasiado fría o demasiado caliente hará que el cuerpo se sienta incómodo y difícil de relajar. Entre 18 y21 grados centígrados, suele ser la temperatura idónea para dormir. Que sea alta o más baja puede dificultar el sueño.

Humedad, un invitado inesperado

Se trata de otro factor importante para un buen descanso. Una humedad demasiado alta tiende a provocar problemas respiratorios, como el asma, capaces de interferir con el descanso.

La humedad idónea para dormir es de entre 40 y 60%. Si la humedad de la habitación es demasiado alta, se puede utilizar un deshumidificador para crear un ambiente seco. En cambio, si es demasiado baja, terminará provocando sequedad en la piel y en las mucosas, dificultando la respiración y la relajación.

Ruido, un desertor del sueño

Considerado como uno de los principales enemigos del descanso, el ruido es un factor que no podemos ignorar.  He aquí la importancia de crear un ambiente tranquilo en la habitación.

Los ruidos externos, como el tráfico, los vecinos o los animales, complican el proceso de conciliación del sueño y mantenerlo. Debemos elegir, por tanto, un lugar tranquilo para el dormitorio, lejos de fuentes de ruido. Si no es posible, podemos recurrir a medidas para aislar el ruido, como colocar cortinas gruesas o alfombras.

También existe la posibilidad de utilizar un ventilador o un aire acondicionado para crear un ruido blanco que ayude a bloquear el ruido exterior. Ojo otra opción es usar tapones para los oídos.

Decoración, un detalle que importa

Un dormitorio desordenado o caótico suele crear una sensación de estrés y ansiedad, lo que posiblemente dificulte el sueño, de hecho, si está decorado con colores o imágenes demasiado estimulantes entorpecerá la relajación.

Es una realidad, la decoración de la habitación también influye en el descanso. Resulta importante, por consiguiente, evitar las decoraciones demasiado llamativas o recargadas.

Una decoración sencilla y minimalista, por el contrario, nos ayudará a forjar un ambiente más tranquilo y propicio para el descanso. No olvidemos nuestra personalidad y estilo, porque un dormitorio que no se adecúe a nuestros gustos, tal vez hará que nos sintamos fuera de lugar, dificultando la conciliación del sueño.

Comodidad, el mejor aliado del descanso

Una cama incómoda puede hacer que el sueño sea inquieto y perturbador, por lo que también es un elemento esencial para el descanso. Hay muchas formas en que puede contribuir al mal sueño. Estas son:

·       Una cama que sea demasiado dura o blanda es capaz de causar molestias y dificultar el sueño.

·       Si es demasiado pequeña hará que nos sintamos incómodos y restringidos.

·       En caso de que no esté bien alineada producirá tensión en la espalda y el cuello

 ·       Una cama que esté sucia o descuidada terminará albergando ácaros y otros alérgenos que provocan problemas respiratorios y alergias.

Es importante elegir una cama que sea cómoda y que nos permita descansar bien. También debemos decantarnos por un colchón adecuado a nuestro peso y a nuestra posición de descanso.

Conclusiones

El descanso es, definitivamente, un arte que se puede cultivar mediante el diseño de la habitación. De modo que realizando pequeños cambios en esta estancia seremos capaces de crear un ambiente que nos ayude a descansar mejor.

Si estás buscando mejorar tu descanso, empieza por evaluar el diseño de la habitación. ¿Es oscura y tranquila? ¿La temperatura es adecuada? ¿Hay demasiado ruido?

Promover el descanso a través del diseño de la habitación  significa crear un ambiente tranquilo y oscuro, mantener una temperatura confortable y elegir una cama cómoda. Incluyendo, además, decorar el dormitorio con colores y objetos que sean agradables a la vista y que reflejen tu personalidad.

Nuestro consejo desde Nawhis es que tomes las medidas necesarias para que crees un entorno de descanso. De esta forma, podrás disfrutar de un mayor bienestar físico y mental.